RESACA
Los rayos del sol se colaban por las rendijas de la ventana, calentaban como a un horno la pared derecha convirtiendo el cuarto alcohólico en un ataúd hirviente sin habitar, yacía inerte, perdido, sudando; sin vida, un hedor nauseabundo transparente. La cama parecía de piedra, incomoda me hacia moverme cíclicamente debido al calor incesante, turbio como un t bone cociéndose poco a poco en lo que recuperaba mis sentidos. Al final de trescientas vueltas y al cambio infinito de posiciones los ojos se llenaron de vida en un momento, confundido por la lucha de neuronas explosiva que me bombardeaban con preguntas; intente reconocer el lugar y el estado de las piezas de mis adentros. Reconocí la habitación donde regularmente duermo conciente o no, asustado por pesadillas eternas o cuando me abrazo a la nostalgia me queman las imágenes que mi cabeza proyecta en el muro frontal y hacen que me enciendan, que la sangre vuele y recorra los caudales que debe llenar. Necesito saber la hora; podría hacer cálculos de mi llegada la noche u horas anteriores.
Todo parecía muy tranquilo y normal, las condiciones clásicas de una resaca fundamental de un fin de semana de excesos, combinación de diferentes vinos, extensos humos y la misma retórica de planear el futuro, la negación de dolores bajos, el claro demostrar los poderes superfluos. Había piezas fundamentales que no encontraba por mas que cerraba los ojos y palpaba centímetro a centímetro el recuerdo ligero, lo repasaba y lo volvía hacer, solo encontraba frió, sentimientos históricos e histéricos, empecé a mover las manos y las piernas con suma dificultad; estaban débiles, parecían cansada; sin animo. Me sentía como una isla ocupada en momentos calientes y otros tantos fría, la cabeza era un taladro que giraba y diluía sangre que salía por mis ojos apenas entre abiertos, era observado, todo transcurría en los estándares cotidianos. Trate de levantarme después de ver la hora y creer que estaba en condiciones de desayunar y seguir con una vida solitaria pero normal. Cuando lo hice sentí desplomarme al vació sin escalas, aventarme de un acantilado con viento helado e hiriente, quise sobrevivir suspendido en el espacio pero mis alas no respondieron y caí hasta el fondo de mi cama humeante. Un sueño invadió mis sienes pero con el constante nerviosismo de no poder cerrar los ojos recurrí a un tip de un buen amigo para lograr conciliar el encuentro con Morfeo, cerrar los ojos y perderme, solo requería de dos dosis pero en mis condiciones solo necesite de una; esta demasiado torcido. En el momento se congelo la imagen todo mi cuerpo se cimbro en una eyaculacion ardiente de deseos y necesidades mas intensa que nunca y la visión se fue y perdí la conciencia.
Ya no pude mas con los remordimientos de mis tripas y mis ojos y los anhelos y las miradas y los vagos recuerdos, los perversos instantes de locura que no me dejaban en paz, camine no mas de cinco pasos, abrí todo el chorro de la regadera con las ganas de purificarme, quería calor el fuego frió consumía mis ganas de morirme, una bebida hiriente de hielo lleno de escarcha refrescante sucumbió l garganta con yagas cerrada por las flemas y palabras que o se dijeron ideas que se pensaron pero eran fuertes e hirientes, además que eran fantasmas, quien merecía esas ideas de vida propia capaces de matarse entre si inclusive hasta suicidarse, no se o no quería saber si necesitaba algo de ron o si tenia brandy en la bebida o en mi sangre coagulada por la angustia. La temperatura crecía formaba burbujas en el cuarto de baño, salían de mi sufrir, identificándose en la atmósfera depresiva mas desesperante y no fugaz que había sentido, todo crujía dentro la incontable fila de bebidas formadas de mi queen saze hacia el bote donde debería ir la basura parecía una avenida roja como ciudades pobres que en cada esquina hay víboras dispuestas a entrar en ti por el mínimo de esfuerzo y de monedas y ya adentro te destruyen y te hacen su presa te crean necesidad de ellas, salen sin importarles por donde lo hagan ni el daño que puedan hacer. Bebí todo lo que pude, paso lo inevitable, sacudido por un retortijón me apresure a escupir mi agrios sabores, explote líquidos viscosos que pareaban con su hedor y que no dejaban respirar, otra contracción más y el corazón tronaría, envolví el escusado pidiendo perdón a todo quien se me ocurría y pasaba por mi cabeza, prometía incoherencias con tal que todo acabara.
Estaba fundido en mis líquidos en mis recuerdos bañados de depresión en mis miedos junto a mi s pasiones flotando en la angustia más perversa que nadie quiere y a nadie deseo. En ese momento quería ver a todos mis conocidos, pensaba que ese fin de semana seria el fin de mi jodida existencia, repasaba los contactos en mi agenda repasaba a la par sus ojos de lastima al verme así, recurrí a mas bebidas tome algún libro de cabecera para ojear además de pasar del frió a caliente en tan solo un pestañeo. Volví a necesitar una eyaculacion de tranquilidad, esta vez fue mas fuerte mas exhaustiva, mi cama se convirtió en el refugio se oía el eco de mis quejidos quería y necesitaba que esa pesadilla terminara me decía que este era el final mi bello amigo, leer la ultima estrofa de un poema beta, cerrarlo e irme.
Temblaba bajo un viento que desgarraba los huesos y carcomía mis tripas, desaparecía gramo a gramo la conciencia, el sudor recorría mis sienes e intoxicaba de nuevo, mis ojos parecían bóvedas oscuras, cuevas con demonios a salir a matar a la gente en cualquier momento para devorarme a su regreso.