fraude, fraude, fraude
Haber, haber, párense, ¿de donde vienen?
-del auditorio- respondió Judas (su verdadero nombre era Juan pero por ser ateo así lo rebautizaron sus amigos)
Ah, con que andaban de revoltosos, pues lo vamos a tener que remitir a la comandancia-dijeron los policías- con su característico tonito de burla picante.
Judas respondió que no podían llevárselos, que conocía sus derechos.
Un granadero tomo a Ernesto del brazo, al instante el se la aventó, lo volvió a intentar y su reacción fue la misma, el granadero le escupió de frente pero no lo alcanzo a mojar del todo, al segundo Ernesto juntó todo su coraje interno, lo transformo en saliva y lo escupió con toda su fuerza, impactando: frente, ojos, mejillas, boca, barba; salieron disparados.
¡Corre, corre, corre! Espera ya torcieron a Ernesto, hay que regresarnos-dijo José- ahora si vamos a reventar a los granaderos; si-pronuncio Marcos- agitado por que el iba hasta adelante. El chofer de la camioneta le cerro el paso a Judas, saltaron tres granaderos y lo jalaron del cabello, lo voltearon hasta tenerlo de frente al mismo tiempo que le propinaban tremendo macanazo en las costillas, este se doblo y de ahí le siguieron patadas, derechazos, macanazos, hasta que yacía inconciente; los golpes cada vez le dolían menos sentía que le ardía el alma. A Ernesto ya le habían hecho lo propio y también permanecía sedado por los macanazos, José como karateca se apareció en la escena con sendas patadas voladoras sobre el costado de un azul haciéndolo rodar mas de cuatro metros, pero no contaba con la gravedad y descendió de tal manera que otro señor autoridad lo recibió con un toletazo en la boca del estomago e hizo que se ahogara en un grito ensordecedor, al mismo tiempo que veía como la luz se tornaba en colores fuertes, se extinguía. Marco se transformo inmediatamente al ver a sus amigos en el piso, nadando en la inconciencia y en chorros de sangre, la ira corría por su cuerpo, se dilataban sus músculos, los ojos parecían lámparas de xenón, corrió apresurado con sus 85 kilos como un bólido, se encontró de rodillas al policía que derrumbo José, la cara le brillaba al compás de la torreta incitándolo a patearla, se imaginó en un campo de fútbol al mismo tiempo que veía la cara hinchada y roja de Judas, con el empeine le reventó la quijada, el granadero ahora pedía clemencia, sintió un toletazo en la espalda que lo hizo caer al momento pero su rabia lo levanto acompañado de una piedad en la mano izquierda, que sin pensar arrojo y estrello a su rival en turno, el impacto desarrollo un punto de luz que después se convirtió en una cascada infinita.
El chofer en el piso, Marco al borde del infarto pisaba el rostro del tercer azul, los granaderos sobrantes al ver al monstruo aquel y verse destinados a acabar igual que sus compañeros pidieron ayuda desesperados.
Las torretas iluminaban el baldío lleno de escombros, las camionetas llegaron enseguida debido a que las autoridades tenían la estupida idea de llenar al municipio de policías, corruptos, analfabetas y represivos, bajados de las localidades mas lejanas y peligrosas, con la idea de que mas policías garantizaban mayor seguridad, pensaban en la erradicación coyuntural y no quitar el problema desde abajo
Los cuatro amigos venían de un mitin en apoyo al candidato municipal que había sido ultrajado de un triunfo aplastante sobre su rival, que representaba los intereses más sucios y corruptos de la clase dominante del pueblo. El candidato Vargas había atraído a las clases más humildes, vulnerables a los estudiantes más progresistas, que estaban hartos del gran poder que concentraba el presidente y de toda la serie de atropellos, violaciones y agresiones a sus garantías individuales además de los negocios turbios, el trafico de influencias, derroche del poco presupuesto municipal en fiestas, parrandas, orgías, la compra de bienes innecesarios; en la casa presidencial había una alberca y el jardín parecía un bosque interminable, un paraíso y en contra parte los campesinos pugnaban por que les llegara aunque sea algo de agua residual para poder sembrar y sobrevivir, el licenciado Vargas había salido de su pueblo natal para estudiar política y gestión social en la universidad nacional así que llegaba y se convertía en una llamarada de esperanza a las clases explotadas, sabedor de los principales e importantes problemas de su localidad y no era un mecías o un iluminado que cambiaría las cosas en un abrir y cerrar de ojos, pero sí sentaría las bases para la justicia social no dejando ni olvidando el apoyo a los productores internos para que lograran posicionar sus mercancías a otras regiones así como el introducir algún tipo de innovación para hacer mas rápidos los procesos y principalmente para ahorrar, además que estaba convencido que con la educación podrían salir adelante.
En la comandancia los 4 muchachos llegaron y se encontraron con el encargado (el comandante participaba en un congreso estatal que se traducía en visitar el tablee dance, restaurantes de lujo y tiendas carisimas –todo esto patrocinado por el ayuntamiento- claro, era compadre del señor y respetado presidente George. El encargado encerró a los golpeadísimos jóvenes y pidió el parte a sus subordinados, ya estaba a punto de mandar un grupo de infelices granaperros a seguirlos golpeando y llevarlos a alguna barranca lejana no sin antes fabricarles una historia de telenovela para justificar la desaparición, pero un oficial le aconsejó que esto seria muy arriesgado y peligroso por que en el camino les dijeron que estudiaban en la universidad del Estado, y su rector el Dr. Indalecio defendía a capa y espada a sus alumnos por que sabia toda la clase de atropellos de las autoridades, y siempre estuvo peleando con el gobernador por causas similares, ahora el pueblo y el Estado no podrían con un nuevo escándalo. El jefe
Wilfredo pensó y mando llamar a los familiares de los jóvenes, platico en privado con ellos cerca de 60 minutos trastocando la realidad y entretejiendo historias algo perversotas, sin bien los inculpados no eran santos solo se dedicaban a estudiar y en sus ratos libres disfrutaban de la vida como cualquier gente aunque a veces tenían problemas con la autoridad por andar defendiendo causas ajenas, jamás ofendían a nadie, no robaban, su máximo defecto era que no se dejaban engañar como cualquier gente ni se vendían por despensas o apoyos sociales piñatas e insuficientes. Además de ser liberales y no encajaban del todo bien en la pseudos-moral pueblerina. Así que el respetable Wilfredo les propuso (a fuerza sin otra opción) que se desaparecieran algún tiempo por que había indicios que los inculpaban como presuntos violadores y que solamente por que los padres no tenían problemas y su moral estaba en términos aceptables les iban hacer el favor de perdonársela esta vez pero que no los quería ver por muy buen tiempo y si no hacían caso a sus recomendaciones, el CEREZO les tenia su habitación preparada.
1 Comments:
Camarada gracias por la referencia, para mi es un honor ser base para un personaje tuyo...
caminar o morir!!
arriba y adelante!!!
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