domingo, julio 30, 2006

renuncio


Renuncio a revolcar en espumas biliosas cotidianamente tus desprecios corrosivos
A reconstruir las paredes erosionadas y derrumbadas; convertidas en barrancas
Abandonadas, solitarias como el vació de tus miradas
A recorrer calles pobladas, llenas de inconciencia
Ver maquinas vacías y querer distinguirte en la urbanidad diluida en una noche sola
Sin estrellas ni luna, son muertos danzantes, música visceral, gemidos sociales, ladrones primitivos Al acecho, se funden y se convierten en derrota, me recuerda que existo aun sin tus palabras o presencia, curvas, pestañas, mentiras
Es una despedida ahora que más desaparezco, se desploma mi nahual, me vacía el inconciente
Esta es la oportunidad para quemar tus labios con las baterías que alimentaron nuestros deseos
Que se precipite a la hoguera insaciable tu pestilente aroma, la sustancia activa de tu sexo
Arderá y resplandecerá las llamas solo unos instantes, será candente en el momento, pero solo a eso llegas a momentos vacíos, te apagaras cuando voltees a la realidad que tantas veces has renegado distinguir
Piensas que si la topas de frente, te cegara como la noche se traga al firmamento.