ADIOS III
Las cortinas blancas
Son el telón de la noche
Quiero pertenecer a esos cristales
Que atrapan los baños de luz
Del sol ausente
Y los envía
Y se pierden en tus pupilas
En la antesala del quirófano
Donde se abrirá tu pecho
Y quedaran ladrillos sin color
Y esta encendida la vida que se desprende
De la atmósfera
Te encuentro en esa línea
Del cortado cristal
Chispas sucias que se transportan
Como ojos voraces
Llenos de tinta morada
Como mares infectados de corcho
Derramando espuma y corriendo
Por el interior de tus muslos
Amarillentos como el sol derretido y naciente
De los planetas que se han evaporado
En las manos; esperando tu reacción
Son el telón de la noche
Quiero pertenecer a esos cristales
Que atrapan los baños de luz
Del sol ausente
Y los envía
Y se pierden en tus pupilas
En la antesala del quirófano
Donde se abrirá tu pecho
Y quedaran ladrillos sin color
Y esta encendida la vida que se desprende
De la atmósfera
Te encuentro en esa línea
Del cortado cristal
Chispas sucias que se transportan
Como ojos voraces
Llenos de tinta morada
Como mares infectados de corcho
Derramando espuma y corriendo
Por el interior de tus muslos
Amarillentos como el sol derretido y naciente
De los planetas que se han evaporado
En las manos; esperando tu reacción
2 Comments:
el que mucho se despide pocas ganas tiene de irse, mmmmm....
será lo que estoy pensando??
Será que a veces el decir adios a una persona, nos hace querer estar más cerca de ella.
A veces las despedidas son el pretexto para volver...
Elva*
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