ADIOS I
Tus latidos son como la voz
De los desmemoriados sucumbiendo
Lenta y pesadamente en los desfiladeros,
Reproduciéndote a través del eco;
Enfriado por el dolor de tus vestidos que caen
Al ritmo eficaz y electrónico sobre la alfombra
Sucia de ceniza inerte
Envases de vida corroída y desperdiciada
Hierba que crece en las raíces del caos
Y el orden de lo establecido
Tu cuerpo bien hecho
De madera fina, de árboles robados
Para tu surgimiento
Selvas que brillan en la llanura naciente de tu vientre
Dispuesto a amar y chorrearse en infinitas chispas
Que al mojar ensangrientan tu vuelo y el ambiente
Virus perverso; caníbal incesante, de corazones destapados
Y llorosos
Soledades casadas con el destino y diluidas
Con la incongruencia, rebelde por naturaleza
En un cuarto de vicios y sexo
Te encuentro recargada en mis muslos
Escribiendo poesía sucia y maltratada
En los renglones pavimentados de tu espalda
Un mantel de seda roja recubre finamente
La región baja y eleva mí imaginación
Y te protejo del frió y mis palabras te bañan de oro
Para que no te desgastes y seas eterna y mía
Y de nadie y tus brazos y piernas y todo
Falta un beso frívolo para pactar mis esperanzas
Y tu eternidad en mi cabeza
Como cocina en un restauran de destinos asados
Y los cactus espinosos te hinchan los dedos
Y piensas y sientes
Me aceptas por tu embriaguez de autoestima
El olor de tus rincones se desvanece en el camino
Y el olvido hace cambiar el portarretrato de tus ojos
Y lo clavo en otro lugar de la sociedad ardiente
Un poco mas a la derecha; donde ya no duelas
De los desmemoriados sucumbiendo
Lenta y pesadamente en los desfiladeros,
Reproduciéndote a través del eco;
Enfriado por el dolor de tus vestidos que caen
Al ritmo eficaz y electrónico sobre la alfombra
Sucia de ceniza inerte
Envases de vida corroída y desperdiciada
Hierba que crece en las raíces del caos
Y el orden de lo establecido
Tu cuerpo bien hecho
De madera fina, de árboles robados
Para tu surgimiento
Selvas que brillan en la llanura naciente de tu vientre
Dispuesto a amar y chorrearse en infinitas chispas
Que al mojar ensangrientan tu vuelo y el ambiente
Virus perverso; caníbal incesante, de corazones destapados
Y llorosos
Soledades casadas con el destino y diluidas
Con la incongruencia, rebelde por naturaleza
En un cuarto de vicios y sexo
Te encuentro recargada en mis muslos
Escribiendo poesía sucia y maltratada
En los renglones pavimentados de tu espalda
Un mantel de seda roja recubre finamente
La región baja y eleva mí imaginación
Y te protejo del frió y mis palabras te bañan de oro
Para que no te desgastes y seas eterna y mía
Y de nadie y tus brazos y piernas y todo
Falta un beso frívolo para pactar mis esperanzas
Y tu eternidad en mi cabeza
Como cocina en un restauran de destinos asados
Y los cactus espinosos te hinchan los dedos
Y piensas y sientes
Me aceptas por tu embriaguez de autoestima
El olor de tus rincones se desvanece en el camino
Y el olvido hace cambiar el portarretrato de tus ojos
Y lo clavo en otro lugar de la sociedad ardiente
Un poco mas a la derecha; donde ya no duelas
1 Comments:
Sería bueno que penseras en que es lo que quieres tratar de decirle a quién le escribes. Cómo decirle que un adios duele y que ella duele y que lo que te dice duele. Fijate que en las imagenes y los conceptos lo hagan.
Saludos.
Elva*
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