Las ratas que salen por tus ojos
Se anidan en el ambiente,
Amargo como la bilis, derramándose
De un nido mal oliente y contaminado
Las alcantarillas vomitan tu moral
Son más puras que tus palabras
El hambre de las hienas es más verdadera
Que esa felicidad infectada y degradante
El hedor de las cañerías no posee tanta mentira
Que tu sonrisa envuelta en juegos hipócritas
El calor de tus labios se incendia en el subsuelo
Quemado por tu veneno perfumado
El beso a tu entrepierna
Lo cambio por arrancar tus sesos muertos
Él llevarte de la mano que antes quería
Prefiero saborear tu sangre suelta
De molernos entre tripas
No queda mas que fumarme tus cenizas
De todos los poemas rosas y sinceros
Se trasladan a dagas rojas y malditas
De envolver tus labios con mi aliento
No te doy mas que púas para tu culpa
Pensaba protegerte del mundo
Solo queda odio en mi cabeza
El brillo de tu cara
Me enferma y mata lentamente
Hierve como llanto en envases de tu cuerpo
Lo deshidrata hasta llegar a tu vientre
La silla vacía te odia mas
El corazón enfermo no te puede ver
Sigues siendo la desconocida
Lugar del que nunca te debí sacar
El cigarro que compartiría
Ya se encuentra en el aire
La razón que te brindaba
La necesitan tus piernas
Se anidan en el ambiente,
Amargo como la bilis, derramándose
De un nido mal oliente y contaminado
Las alcantarillas vomitan tu moral
Son más puras que tus palabras
El hambre de las hienas es más verdadera
Que esa felicidad infectada y degradante
El hedor de las cañerías no posee tanta mentira
Que tu sonrisa envuelta en juegos hipócritas
El calor de tus labios se incendia en el subsuelo
Quemado por tu veneno perfumado
El beso a tu entrepierna
Lo cambio por arrancar tus sesos muertos
Él llevarte de la mano que antes quería
Prefiero saborear tu sangre suelta
De molernos entre tripas
No queda mas que fumarme tus cenizas
De todos los poemas rosas y sinceros
Se trasladan a dagas rojas y malditas
De envolver tus labios con mi aliento
No te doy mas que púas para tu culpa
Pensaba protegerte del mundo
Solo queda odio en mi cabeza
El brillo de tu cara
Me enferma y mata lentamente
Hierve como llanto en envases de tu cuerpo
Lo deshidrata hasta llegar a tu vientre
La silla vacía te odia mas
El corazón enfermo no te puede ver
Sigues siendo la desconocida
Lugar del que nunca te debí sacar
El cigarro que compartiría
Ya se encuentra en el aire
La razón que te brindaba
La necesitan tus piernas
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