miércoles, noviembre 15, 2006

DOLOR, OLVIDO Y TIERRA

Hay dolores que ni siquiera
Impiden caminar
Ojos que no se recuerdan
Y no se perciben ya sus lágrimas muertas
La voz de los enterrados
Se va desapareciendo con la lluvia de tierra
Los sentimientos se mueren
Y se van en cada suspiro de las almas
Aun vivientes y sufrientes

La vida se acaba en un parpadeo del infierno
Que tiende su lecho al primero que pase
O se sienta inmortal, el cielo se tiñe de rojo
Y no existe más en ese momento
La gente visita lugares tristes
Hierba que crece nutrida de una árida
Y áspera arena removida Cotidianamente

Tantas tripas reventadas
Por el llanto a veces superfluo
Otras tantas de fuego, pero no hay nada ahí;
Solo una extensa cantidad de materia muerta

Huesos carcomidos por gusanos venenosos
Que chupan los cuerpos quietos.
La carne se desvanece en rezos ligeros y de angustia
Tranquilidad corrosiva que toca la piel y que arde,
Aire que no deja respirar y asfixia con sus moléculas hirientes

Fotografías vacías y desoladoras
Como una búsqueda de almas en territorios inexistentes
Iluminados por flores naranjas
Como el día perdiéndose en los murmullos de la noche