viernes, diciembre 15, 2006

LATOSA

HAY UNA SILLA en la que deberías estar
Un vaso que tendría que llenar
La misma luz a la que soplarías pasada la noche
El amanecer que no vez junto a mi
Los impotentes sueños que tejeríamos al calor del agua
Mi mano que no acaricia el frió de tus ojos
Tus comentarios que defendería aun sin estar de acuerdo
El toque que me guardaría por no ver tus lágrimas
Llenarías la vaciedad del contexto
Los poemas sin titulo dedicados a fantasmas
El espacio repetitivo donde el eco no te conoce
Las negaciones cotidianas masticando inseguridad